octubre 2023
Si alguna vez se ha preguntado en qué nivel de la pirámide alimentaria se ubica el café, es posible que le sorprenda saber que el café es en realidad el fruto de una planta. Dentro de cada cereza de café se encuentran dos granos que crecen uno frente al otro. No obstante, existe una mutación natural que puede alterar la composición de una cereza de café.
En ciertas ocasiones, durante el desarrollo de la cereza de café, una de las semillas no crece de manera habitual, y la otra adquiere una forma más redondeada y única. A estos granos de café regordetes los conocemos como "peaberries" o, comúnmente "caracolillo". Los caracolillos son extraordinariamente escasos, representando apenas un 5% del suministro mundial de café. Son considerablemente más pequeños que los granos de café estándar y tienden a tener una forma más compacta y redondeada, similar a un diminuto balón de fútbol.
Identificar un caracolillo a simple vista resulta complicado, por lo que los expertos realizan una minuciosa clasificación manual de los granos después de la cosecha para detectarlas. Aunque existe la creencia generalizada de que el caracolillo ofrece un sabor superior debido a la concentración de todos los nutrientes de la planta en un solo grano, esta afirmación es un mito. Cualquier diferencia en el sabor se atribuye en realidad al meticuloso proceso de procesamiento del café.
Debido lo desafiante que resulta identificarlas, la mayoría de los sacos de café suelen contener solo unos cuantos caracolillos. Dado que estas son una rareza, las reservamos con especial cuidado para emplearlas en la elaboración de nuestros chocolates gourmet. Esto nos permite realzar genuinamente los deliciosos matices y el sabor característico de este asombroso grano. Si alguna vez ha probado los granos de café recubiertos de chocolate Britt, ya ha experimentado el sabor de un grano caracolillo en su máxima expresión.